Con música en el corazón y alta costura en las manos (Fotos: Agustín Varrone)
Pasarelas
de líneas esbeltas, delicadas transparencias, elegancia en los complementos y
refinados trajes de novia engalanan la trayectoria del diseñador malagueño
Miguel Ángel Ruiz, un artista amante y creador de la más distinguida alta
costura.
Málaga se caracteriza por cualidades con las que me he reiterado hasta el cansancio: es una ciudad amante de la moda y respetuosa de sus protagonistas, con sitio para todos.
En
estos últimos años he podido ver cómo ha ido sumando incondicionales a sus
iniciativas sociales y desde muy dentro del mundo de la costura he apreciado
cada cambio y cada artífice en particular, ésos que producen la magia de los
diseños más espectaculares y no dudan en compartirlo con quienes saben que van
a respetar, admirar y recordar cada detalle, cada centímetro de encaje y cada ilusión
convertida, finalmente, en un traje que transformará el evento en una situación
inolvidable.
Siempre
que me invitan a algún acontecimiento me halagan en respeto y reconocimiento y
así respondo, con el mismo interés que demuestran con esa invitación, y más, en
la certeza de que me sorprenderán con algo o alguien a quien aprecio dentro de
esta permanente exhibición de talentos malagueños.
Por
ese motivo, el día en que Isabel Artacho, directora de la empresa coordinadora
de eventos Bodanova, me invitó (como tantas otras veces), respondí de inmediato
y debo reconocer que, en aquella ocasión, mi interés era bastante especial ya
que se trataba de un desfile de mi querido amigo, el polivalente diseñador
malagueño Miguel Ángel Ruiz.
Desde
su atelier ubicado en la Plaza Uncibay, en pleno centro de Málaga, este
diseñador continúa atrayendo, y desde hace más de treinta años, a una clientela
cautivada por sus diseños. Sus líneas son suaves y en todas ellas prioriza la
femineidad combinando transparencias y tejidos de primer nivel que le confieren
a sus colecciones una grácil elegancia que se ha transformado en un sello
personal.
Cómo
nace un artista
Yo
procedo de una familia amante del arte. La música, la pintura y la fiebre
literaria han estado siempre presentes en cada una de las paredes de la casa
grande de mi ciudad natal. Mi madre es una investigadora incansable cuya
constancia es digna de la más atenta de las admiraciones y mi padre es amante
de la poesía y las buenas narrativas, costumbre que hoy mantiene, incluso, a
través de las letras de algunos de los tantos integrantes de la familia.
El
despertar de una vocación es un proceso durante el cual, en muchos casos, se maceran las preferencias a través de la
admiración hacia alguien cercano y de la posibilidad de estar junto a él, compartiendo
su manera de trabajar.
Eso
le ocurrió a Miguel Ángel.
Nacido
en Málaga, se formó en Telecomunicaciones, Técnicas de Tratamiento de la Imagen
y en Fotografía y cursó estudios de Música en el conservatorio Superior de Málaga.
Amante del arte en todas sus formas, sumó a su formación los estudios de
Diseño, Patronaje y Escalado Industrial, respondiendo a una vida volcada a
apreciar los diferentes aspectos del desarrollo creativo.
En
el año 1983 abrió su primer atelier junto a su hermano, el reconocido diseñador
malagueño Paco Ruiz, con quien compartió los frutos de su talento en una
combinación de criterios profesionales y de lazos familiares que le allanaron
el camino hacia una carrera de diseño de alta costura que hoy desarrolla en su
ciudad, dirigiendo su propio atelier, con los merecidos reconocimientos de la
prensa de moda, de sus compañeros de profesión y de una amplia clientela, fiel seguidora
de sus líneas.
Junto
al diseñador
Nos
sentamos frente a frente en su atelier y comenzamos a transitar juntos estos
años de trayectoria. Anécdotas, reflexiones, valoraciones personales y videos
de sus pasarelas fluyen en un ambiente distendido, en la afabilidad de su
temperamento, amable y educado, y de un trato siempre respetuoso que infunde
comodidad y cercanía.
Me
habla de sus inicios, de sus estudios, del “Alfiler de Oro”, un premio que le
otorgó en la ciudad de Málaga “Nueva Moda”, la empresa de María José González,
a su trayectoria como diseñador, el pasado año en la Pasarela Larios; me enseña
sus maravillosos trajes y me invita a probármelos, situación que me seduce
siempre de manera muy particular porque me brinda la posibilidad de observarlo,
ya no como amigo, sino como diseñador, disfrutando mientras se explaya en los
comentarios acerca de los pasos que lo han llevado a crearlo.
Hablamos
de su afición hacia el arte en general y de su amor hacia la música, condición
que le ha dado la posibilidad, en alguna ocasión, de fusionar esas dos facetas
de su vida sobre la pasarela, interpretando él mismo, guitarra en mano, el
fondo musical de sus desfiles.
“El
arte no se aprende”
-Te
pueden enseñar a tocar un instrumento, te pueden enseñar cómo diseñar un traje…-
me comenta Miguel Ángel Ruiz- pero lo que nunca pueden enseñarte es a ser un artista-
asevera, finalmente.
Y
esa es la suerte que lo engrandece y de la cual se siente tan orgulloso: la de
haber aprendido el arte del diseño trabajándolo y bebiendo cada uno de sus beneficios,
tanto laborales como personales, hasta poder conquistar su propio sitio, en una
perfección conferida a través de muchos años trabajados al amparo de una
vocación nacida del empeño, del compromiso diario y de sus ampliamente
demostradas capacidades naturales orientadas hacia la creación y hacia la
belleza de la mujer; capacidades que han hecho de Miguel Ángel Ruiz uno de los
diseñadores más reconocidos de la ciudad de Málaga e indudablemente, y a través
del favor de tantos años vividos, lo han convertido en un verdadero artista.
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2014/09/13/nosotros/NOS-12.html |
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