Vértice
-Imanol- llamé-. Es inevitable que quiera hacerte una pregunta- le dije, haciendo un gesto con la mano en alto
para que me viera desde el lateral opuesto de la alfombra roja en el que se
encontraba, camino a la entrada del Teatro Cervantes de Málaga.
El actor, entonces, se
acercó a mí como si nos reencontráramos luego de algún tiempo y sintiera curiosidad
por algo que se me había olvidado decirle.
-Uladislao, ¿estás ahí?- pregunté,
despojada de distancias y solemnidades.
Entonces, sentí cómo aquella
Camila O ´Gorman del cine argentino de María Luisa Bemberg abría los ojos,
despertando de su letargo de cine y de más de tres décadas de remembranzas, e inquiría,
una vez más, a su desafortunado amante.
-¡A tu lado, Camila!- me contestó Imanol
Arias, y esas palabras saltaron de su memoria directamente sobre mi admiración y,
emocionado, me tomó la mano en un gesto de caballeroso agradecimiento por
haberlo devuelto a ese recuerdo.
Esa impertinencia de cinéfila
indiscreta generó esta imagen magistralmente tomada por mi compañera de prensa,
Beatriz Milnueve, y se hubo convertido en uno de los recuerdos más maravillosos
de esta vigésima edición del Festival de cine en español de Málaga.
Hay quienes no saben encontrar el
vértice en el que duermen los sueños y cuál es el momento oportuno de
despertarlos…
No es mi caso.
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